Tanto las almohadas, como las fundas de las almohadas, suelen ser uno de los elementos del hogar que más rápido se ensucian, se decoloran y se llenan de humedad. Esto puede pasar por el sudor, la suciedad de la piel que se recoge en el día, y el mismo polvo del ambiente.
Eliminar ese tono amarillo y desgastado de estos elementos es una preocupación constante, pues no se pueden lavar todos los días, ya sea porque no se secan a tiempo, o por ahorrar agua y energía.
Por eso, aquí te contamos cómo puedes mantener impecable tus almohadas y sus fundas para que puedas disfrutar de un sueño óptimo en un espacio agradable.
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Además de lucir amarillentas y manchadas, las almohadas pueden infectarse y acoger hongos y ácaros que pueden traer mal olor. Esto puede pasar independientemente de la frecuencia de lavado, pero existe un truco de limpieza que puede ayudar a desinfectar y mejorar el aspecto de las almohadas. ¡Y sin usar lavadora!
De acuerdo con el experto de la empresa de almohadas Down and Feather, David Smith, estos son los pasos que debes seguir.
Materiales:
Pasos:
Como recomendación adicional, también puedes agregar limón o bicarbonato de sodio, dos ingredientes que pueden potenciar la absorción de suciedad y hongos.
¿Cada cuánto se deben lavar las almohadas?
Este proceso se puede repetir la cantidad de veces que desees, pues es rápido y sencillo, no es agresivo y ayuda a mantener las almohadas frescas y limpias. Eso sí, recuerda probar primero en una parte pequeña del objeto, para verificar que no dañe el material.
Según el experto, este método es efectivo y barato, no requiere de gastar cantidades grandes de agua y jabón, y se puede realizar en cualquier momento.
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